El uso de un uniforme escolar elimina el derecho del niño a expresar su singularidad. Los niños pierden una parte de su individualidad al tener que vestirse igual que todos los demás.
Los uniformes escolares hacen que los niños renuncien a su propia identidad. La ropa le permite a una persona mostrar una parte única de sí misma. Los uniformes no les permiten mostrar lo que les gusta o quienes realmente son. Además, los uniformes no son baratos. Si los padres de un niño no pueden pagar más de una pareja, tendrán que lavar continuamente la ropa. La mayoría de los uniformes se deben planchar y colgar para evitar arrugas. Esto agrega estrés innecesario en los padres.