Las consecuencias de la urbanización incluyen la distribución desigual de la riqueza, los riesgos para la salud y la violencia. Algunas de estas consecuencias provienen de una gran cantidad de personas en áreas urbanas que están sin hogar o que viven en viviendas de mala calidad, según las Naciones Unidas. Las Naciones Unidas también señalan que los aumentos en los delitos urbanos y la violencia pueden atribuirse a la pobreza y la desintegración social.
De acuerdo con las Naciones Unidas, la distribución desigual de la riqueza en las áreas urbanas, una situación que surge cuando una pequeña cantidad de la población disfruta de un ingreso alto, mientras que una mayor parte de la población promedia un ingreso más bajo, causa que un mayor número de personas Vivir en condiciones de vivienda pobres que en áreas rurales. Las personas que viven en condiciones de vivienda deficientes, o que están sin hogar, corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades o ser víctimas de delitos. Las personas que están amenazadas por la enfermedad debido a la pobreza también pueden tener una esperanza de vida más baja que aquellas que pueden pagar mejor una buena atención médica. La urbanización también causa que una mayor cantidad de personas estén expuestas a riesgos para la salud que son claramente urbanos, incluidas las enfermedades respiratorias causadas por la contaminación y la intoxicación por plomo. La delincuencia y la violencia en las zonas urbanas de todo el mundo aumentaron aproximadamente del 3 al 5 por ciento durante un período de 20 años, según las Naciones Unidas. La Oficina de referencia de la población observa que la contaminación en las zonas urbanas se produce como resultado del aumento del consumo de alimentos, energía, agua y tierra en las zonas urbanas en comparación con el consumo en las zonas rurales.