Los síntomas del trastorno de hiperactividad por déficit de atención en niños pequeños incluyen ser propensos a los accidentes, muy impulsivos, excesivamente habladores y muy fácilmente distraídos. Los niños pequeños con TDAH también pueden tener dificultades para dormir, ser lentos para calmarse cuando están emocionados, ser incapaces de concentrarse en las tareas más cortas, mostrar poco interés en actividades tranquilas y moverse constantemente.
Sin embargo, los niños pequeños que muestran signos de TDAH pueden mantener la concentración normal cuando participan en sus actividades favoritas.
Un diagnóstico preciso de TDAH se basa en el grado de hiperactividad, el control de los impulsos y la capacidad de atención. Desafortunadamente, el comportamiento normal de los niños pequeños y preescolares puede confundirse con los síntomas del TDAH. Esto hace que la precisión de un diagnóstico de TDAH en niños pequeños sea una cuestión de debate. Algunos investigadores creen que el TDAH se puede diagnosticar de manera confiable en niños de 3 años, y la Academia Americana de Pediatría afirma que los niños de 4 años pueden sufrir de TDAH.
Por otro lado, el TDAH también puede no ser diagnosticado porque los padres esperan algunas interrupciones de comportamiento en niños pequeños que son naturalmente impulsivos y activos. En las décadas de 1960 y 1970, el 80 por ciento de los casos no se diagnosticaron ni se trataron. Para evitar un diagnóstico incorrecto, las pruebas de visión y audición son necesarias, ya que la falta de interés de un niño pequeño puede deberse a una estimulación visual o auditiva insuficiente.