Tanto el bienestar social residual como el institucional a menudo caen bajo los mismos argumentos polarizados que afectan al bienestar en general, ya que opina que el bienestar limita las libertades personales (en términos de derechos de propiedad en particular) y redistribuido la tributación es una forma de robo, con la opinión favorable de que el bienestar es práctico, de naturaleza democrática y humanitaria. La forma en que se implementa un sistema de bienestar está generalmente determinada por el más influyente de estos argumentos generales.
Enfoques de bienestar social institucionales y residuales
Hay muchas maneras de interpretar lo que significa bienestar y lo que debería proporcionar. Muchos países adoptan enfoques diferentes, y los modelos de bienestar residual, institucional, de solidaridad y de logros son los más comunes.
El bienestar residual se considera esencialmente como un lugar exclusivamente para los más pobres de la sociedad, lo que proporciona una red de seguridad para aquellos que de otra manera no podrían hacer frente financieramente.
La práctica de bienestar institucional toma el enfoque de que las necesidades son parte de la vida cotidiana, y que el bienestar debe proporcionarse como un servicio público de la misma manera que la aplicación de la ley, la educación y la infraestructura.
El bienestar solidario se basa en el principio de responsabilidad mutua, basado en las relaciones que las personas tienen entre sí en la sociedad. Este sistema propone que los derechos dependen de las circunstancias, no de las leyes estatales.
El modelo de logros está diseñado para ayudar a apoyar la economía al proporcionar preparación y servicios a la fuerza laboral.