Los consejos para desechar una losa de concreto incluyen dividirla en trozos más pequeños, mantener la carga de la carretilla pequeña, alquilar un contenedor cerrado y contar con la ayuda de otros. Un trineo de 12 libras y una barra de palanca suelen ser eficaces Para romper losas pequeñas de hasta 4 pulgadas de espesor. Para losas más gruesas, puede ser necesario un martillo eléctrico. Los martillos neumáticos son ideales para trabajos más grandes.
Rompiendo el concreto en pedazos más pequeños de escombros permite una extracción más fácil. La mayoría de losas tienen alambre de refuerzo en el concreto. Los cortadores de pernos son efectivos para cortar los escombros. Independientemente del tipo de martillo usado para romper el concreto, el equipo de demolición debe apuntar la fuerza a unos pocos centímetros de la última ruptura. El intento de romper trozos grandes con un martillo neumático conduce a una broca atascada y conduce a más trabajo.
Los escombros de concreto son muy pesados. Al cargarlo en una carretilla, la tripulación debe evitar sobrellenar la carretilla. Un contenedor de basura cerrado permite que la carretilla ruede hacia adentro para descargar y elimina la necesidad de tirar los trozos sobre la pared, un trabajo agotador y que consume mucho tiempo.
Desechar el concreto de esta manera es físicamente agotador, y es esencial obtener ayuda. Con dos personas, uno puede usar una palanca para levantar el borde roto del concreto, mientras que el otro golpea con el martillo. Esta técnica evita que la arena debajo de la losa absorba la fuerza del martillo y aumenta la efectividad de cada golpe.