Las plantas de tomate prefieren mucho espacio, luz y agua. Use un abanico, plástico negro y mantillo para crear plantas más fuertes y sabrosas. Practique la prevención de enfermedades eliminando las hojas inferiores de la planta de tomate.
Las plántulas de tomate requieren un cuidado especial. Las plantas más fuertes se desarrollan cuando tienen espacio para crecer. Al plantar plántulas, colóquelas en recipientes individuales de 4 pulgadas después de que obtengan sus primeras hojas verdaderas. Use iluminación artificial para asegurarse de que las plantas de semillero obtengan las 14 a 18 horas de luz requeridas por día. Es poco probable que los días cortos de invierno proporcionen la luz necesaria para el máximo crecimiento. Coloque un ventilador en circulación junto a las plantas de semillero, ya que la brisa endurece los tallos.
A medida que la planta crece, otras técnicas lo ayudan a producir la mejor fruta. Riega la planta regularmente durante los períodos de sequía. Cuando los frutos comienzan a madurar, riegue menos para que la planta concentre sus azúcares y mejore el sabor de los tomates. Caliente el suelo para las plantas tempranas colocando plástico negro sobre el suelo unas semanas antes de plantar. El uso de mantillo puede disminuir la temperatura del suelo, por lo que no lo aplique antes de que las temperaturas externas comiencen a aumentar. Las hojas del fondo de la planta son las más vulnerables a los hongos. Retire el pie inferior de las hojas una vez que la planta tenga 3 pies de altura.