Para reparar un microondas incorporado, primero debe identificar el problema real. Los problemas comunes con las microondas incorporadas incluyen conexiones de alimentación defectuosas, motores defectuosos y tubos de magnetrón defectuosos.
Si un microondas incorporado no se enciende, primero verifique que el aparato esté encendido y que el cable de alimentación esté completamente enchufado a una toma de corriente que funcione. Compruebe si el fusible se ha quemado o si se ha disparado el disyuntor. Reinicie los disyuntores y reemplace los fusibles quemados. Si el problema persiste, confirme que la puerta del microondas esté bien cerrada y que el pestillo esté alineado.
Si un microondas incorporado no se calienta, es posible que el tubo magnetrón se haya quemado. Un magnetrón utiliza una corriente de alto voltaje para producir la frecuencia de microondas utilizada para cocinar los alimentos. Si se ha quemado, debe ser reemplazado. Examine el diodo de alta tensión y el interruptor de la puerta. Use un ohmiómetro para probar la continuidad de estas piezas. Si alguna de las partes está defectuosa, reemplácela en consecuencia.
Si el microondas es ruidoso o ruidoso, el motor del extractor o el motor del plato giratorio pueden estar defectuosos. Reemplace un motor de ventilador o un giradiscos defectuoso por uno nuevo del mismo tipo. Si el aparato es ruidoso al cocinar, el tubo de magnetrón podría estar defectuoso y debería reemplazarse.