Las cajas del Día de San Valentín para niños pueden ser simples, elaboradas o incluso temáticas. Si bien las cajas para niños no suelen ser tan frenéticas como las cajas para niñas, todavía pueden ser festivas y divertidas.
Las cajas de cereales cubiertas con papel de envolver rojo o papel de construcción pueden servir de base para una caja para el Día de San Valentín para un niño. Los platos de papel coloreados o pintados de rojo se pueden doblar en una variedad de formas para hacer una caja para los regalos del Día de San Valentín. Las bolsas de papel con corazones rojos pegados en ellas hacen unos soportes muy simples para las golosinas del Día de San Valentín.
Para una caja de San Valentín más elaborada, haga un buzón con una pequeña caja vacía de detergente para ropa. Las cajas de zapatos también se pueden envolver para que parezcan buzones. Use papel de envolver rojo o papel de construcción, y corte una abertura en la parte superior para los regalos del Día de San Valentín. Los palitos de paleta teñidos de rojo y pegados juntos hacen una caja de estilo de cabaña de troncos perfecta para niños.
Para evitar que la caja de San Valentín de un niño se parezca demasiado a la caja de una niña, trate de evitar los colores y volantes de color rosa y púrpura. Use pegatinas o copias en color de las imágenes de sus personajes favoritos para mantener la caja con un aspecto juvenil. Darth Vadar, Bob Esponja, Tortugas Ninja Mutantes Adolescentes o incluso los personajes de Mickey Mouse pueden agregar personalidad a la caja y seguir manteniéndola festiva.