Las adaptaciones de las plantas de los pastizales incluyen raíces profundas, hojas estrechas y flores de colores brillantes. Las plantas de los pastizales, especialmente las gramíneas mismas, crecen desde la base de la planta en lugar de las puntas. Esto les permite sobrevivir a los incendios que comúnmente ocurren en el clima cálido y seco de los pastizales.
Una adaptación de las plantas de pastizales son las raíces profundas, que pueden extenderse más de 11 pies en el suelo. Esto permite a la planta encontrar humedad durante las sequías y sobrevivir a los incendios. Las plantas también tienen raíces secundarias que mantienen el suelo unido, disminuyendo la erosión causada por el viento o la lluvia.
Las plantas de los pastizales tienen hojas delgadas y estrechas, otra adaptación. Estas hojas absorben agua sin perder humedad valiosa debido a la evaporación. En muchas especies de plantas, estas hojas también contienen sílice, un material resistente que puede soportar el pastoreo de animales. Muchas plantas llevan una toxina que las protege de los pastores.
La reproducción de plantas de pastizales es otra adaptación para ayudarlas a sobrevivir. Por ejemplo, muchas de las plantas tienen flores de colores brillantes que atraen a los polinizadores. Las gramíneas ni siquiera necesitan polinizadores para reproducirse. En cambio, son polinizados por el viento, lo cual es especialmente efectivo en áreas abiertas de pastizales. Algunos pastos crecen en grupos o racimos, lo que permite que más de ellos sobrevivan durante los vientos fuertes.