La moraleja de la historia de Aladdin como se muestra en la película de Walt Disney de 1992 del mismo nombre enseña que la deshonestidad hace más daño que bien a largo plazo. De acuerdo con la Guía de películas, la lección fundamental de la película es que uno debe permanecer fiel a sí mismo, representándose con precisión sin pretensiones. Otra lección moral relacionada que se puede aprender de "Aladdin" es que la autoestima personal triunfa sobre las riquezas externas.
En la película animada "Aladdin", el personaje titular es un erizo de calle huérfano que busca casarse con la hija del sultán. Aladdin se encuentra con una lámpara mágica que, cuando se frota, produce un genio que le concede al niño tres deseos. Una vez que Aladdin se transforma en un príncipe rico, intenta atraer a la princesa, solo para ser rechazado. Aquí Aladdin aprende a dejar de fingir ser otra persona.
"Aladdin" de Disney se basa libremente en un cuento popular de Oriente Medio, "Aladdin; o, The Wonderful Lamp", que se incluyó en la colección "One Thousand and One Tales of Arabian Nights". En la mayoría de las versiones del cuento original, Aladdin, el hijo perezoso de una viuda pobre, es engañado para que obtenga la lámpara mágica de un hombre malvado. El genio de Aladdin otorga deseos ilimitados, incluido el deseo de Aladdin por las riquezas y la mano de Badroulbadour, la hija del sultán.