La mejor manera de pulir el aluminio es pulirlo con una pasta hecha de crema de sarro y un poco de agua tibia. Esta solución suave y no tóxica elimina el deslustre sin rayar los acabados de aluminio suave. < /p>
Antes de pulir objetos o superficies de aluminio, lávelos con un detergente suave o jabón y enjuáguelos con abundante agua tibia. Esto elimina cualquier residuo arenoso que pueda rayar el acabado durante el proceso de pulido. A continuación, vierta un poco de crema de tártaro en un recipiente pequeño, y mezcle con agua tibia suficiente para formar una pasta. Cream of tartar es un limpiador suave y ácido que funciona bien con el aluminio al eliminar las manchas químicamente y alisar físicamente la superficie. Frote la crema de tártaro uniformemente sobre la superficie de aluminio con un paño limpio y suave, utilizando pequeños movimientos circulares. Si el objeto tiene grietas difíciles de alcanzar, use un cepillo suave para aplicar el esmalte en las áreas hundidas. Continúe frotando en pequeños círculos para secar la pasta y eliminar el residuo de crema de tártaro. Esta acción acaba de brillar la pieza.
No use limpiadores a base de amoníaco ni bicarbonato de sodio para pulir el aluminio. Estas soluciones alcalinas decoloran y manchan las superficies de aluminio. Del mismo modo, evite los abrillantadores destinados a otros metales, como plata, cobre o latón, ya que es probable que esos abrillantadores rayen las superficies de aluminio más blandas.