El poder del amor y la confianza en el contexto de la pobreza es el tema principal del cuento de Langston Hughes "Gracias, señora". La colisión de la Sra. Luella Bates Washington Jones con El joven Roger, que intenta robar su bolso, es tanto psicológico como físico. Su deseo de poseer un par de zapatos de gamuza azul lo motiva a probar lo que parece ser su primer robo, pero su moral vertical y su firme creencia en hacer lo correcto hacen que su codicia caiga al suelo.
Varios de los detalles más pequeños de esta historia aumentan los temas más grandes en el trabajo. El nombre de la viuda refleja los códigos de esclavitud en el trabajo cuando se fundó Estados Unidos, pero sus dos primeros nombres también muestran el orgullo de la persona común. La dignidad de la señora Jones se manifiesta en lo que le ofrece a Roger: primero, pulcritud y dignidad. Ella le da un lugar limpio para sentarse y comer, y al dejar la puerta abierta, toma la decisión de quedarse. Es este respeto el que lo motiva a querer ganarse su confianza. Aunque la señora Jones tiene poco dinero, ella le da lo que puede a Roger, y luego cierra la puerta detrás de él, dándole la opción de qué hacer con eso. Esa confianza es el elemento más importante de toda filantropía.