En el chamanismo, las palomas y las palomas son intercambiables y simbolizan el hogar y la seguridad. Son considerados mensajeros espirituales que llevan la comunicación entre los mundos de los vivos y los muertos. Se piensa que las palomas y las palomas traen amor, paz y un entendimiento de la gentileza. Algunos piensan que entregan dones de curación física, mental y emocional.
Las tradiciones místicas afirman que los arrullos de palomas y palomas suenan tristes y posiblemente reflejan emociones ocultas, reflejando las energías dentro de las situaciones. La aparición de una paloma a un individuo puede indicar que la persona debe examinar su vida familiar y contemplar la realidad de su situación, comparándola con sus expectativas personales.
Los espiritistas notan que las palomas y las palomas pertenecen a la misma familia, pero difieren en las asociaciones culturales. Mientras que las palomas son consideradas benditas y puras, las palomas se ven como plagas sucias. La paloma está determinada, y un avistamiento de palomas puede alentar a una persona a mantenerse firme sin importar los desafíos formidables. Las palomas son más seguras en un rebaño y también pueden simbolizar la fuerza y el apoyo ofrecidos dentro de una comunidad. En la Biblia, las tórtolas y las palomas eran intercambiables como ofrendas sacrificiales a Dios. La palabra hebrea "yonah" se puede traducir como paloma o paloma, pero en situaciones donde una u otra era aceptable, la paloma era ligeramente preferida.