En "Sobre la desobediencia civil", Thoreau habló sobre el problema con las instituciones sociales y enfatizó que las personas primero deben escuchar su conciencia y luego observar las reglas. Thoreau creía que las personas estaban poniendo las leyes Primero, y así fue como surgieron las atrocidades sociales y políticas, como la esclavitud.
Uno de los argumentos más grandes en el ensayo es que el gobierno casi siempre es inútil e injusto. Thoreau argumentó que los que están en la mayoría siempre tendrán el poder porque superan a los demás. Este pensamiento mayoritario u opinión se convertiría entonces en el pensamiento legitimado. Thoreau no quería que la gente se sintiera obligada a seguir esta opinión mayoritaria. Quería que la gente reconociera que su primer deber debería ser con su conciencia y con lo que era correcto.
Thoreau aborda la idea de que no todos deben tratar de luchar contra el "mal" o el "mal" en el mundo. Sin embargo, afirma firmemente que todos tienen el deber y la obligación de no ser alguien que forma parte del "mal" y el "mal" en el mundo. A lo largo del resto del ensayo, Thoreau cubrió temas mundiales en ese momento con su propio comentario social. También incluyó poemas.