Los áfidos tienen un ciclo de vida corto y pueden producir un gran número de generaciones cada año. Se tarda aproximadamente ocho días para que un pulgón alcance la edad adulta.
Los áfidos hembras permanecen en forma de huevo durante todo el invierno antes de que eclosionen. Estos pulgones dan a luz a crías vivas y no requieren una pareja para hacerlo. Pueden tener hasta 12 crías por día. Una vez finalizado este ciclo, se producen algunos machos. Una vez que los machos son introducidos a la comunidad, se lleva a cabo la reproducción sexual. Es posible que un solo áfido tenga alrededor de 80 niños por semana, y esta gran producción significa que las poblaciones pueden aumentar exponencialmente cuando se combinan con el corto tiempo de maduración de la especie.
Los áfidos no suelen volar, pero algunos poseen alas. Se encuentran en jardines y grandes cultivos. Cada especie de áfido tiene un color diferente, y las plantas específicas pueden albergar diferentes tipos de áfidos. Sin embargo, los áfidos generalmente prefieren ciertas plantas, como frijoles y guisantes, a otras. Además de consumirse, algunas plantas pueden contraer enfermedades de los áfidos que pueden causar más daños.
El control de una infestación de pulgones es posible al traer otros insectos que comen pulgones, reduciendo las malezas y eliminando las plantas infestadas.