Los nómadas del desierto sobreviven en los duros climas del desierto moviéndose continuamente para encontrar agua y pastos para el ganado. Algunas tribus nómadas sobreviven criando ganado para obtener leche y carne. Otras culturas nómadas como los Touareg son conocidas por crear rutas comerciales a través de las arenas del desierto.
El modo de vida nómada implica una reubicación constante. Para los nómadas en el desierto, este es especialmente el caso. Las condiciones climáticas adversas y los niveles de agua cambiantes crean recursos limitados. Algunas tribus nómadas, como los nómadas de Chalbi, crían ganado, cabras y ovejas para mantener su forma de vida. La búsqueda de agua y tierras de pastoreo es esencial para estas tribus nómadas, ya que una sola parcela de tierra en el desierto no puede sostener al ganado por mucho tiempo. Después de una corta estancia, la pequeña cantidad de agua y vida vegetal se acaba, obligando a estas tribus a mudarse a un nuevo lugar. Algunas tribus, como los tuareg, se centran en el comercio para sobrevivir. Los comerciantes nómadas se mueven incluso más a menudo que las tribus nómadas que crían ganado. La motivación esencial para un estilo de vida nómada se basa en el agua y los recursos, pero los comerciantes nómadas utilizan esta habilidad como una ventaja para crear un comercio entre culturas y personas que no pueden cruzar las amplias extensiones del desierto. La mayoría de las tribus nómadas del desierto han perfeccionado los métodos de supervivencia, incluido el uso de camellos u otras bestias de carga especializadas, la construcción de refugios fácilmente ensamblados y desmantelados y el diseño de prendas ligeras que protegen a las personas de la arena y el sol.