Se piensa que los planetesimales se forman cuando las partículas de polvo, los escombros y la roca que están cerca del espacio en un sistema planetario joven se atraen entre sí mediante fuerzas gravitacionales y se comprimen para formar un objeto sólido. Los planetesimales representan el primer paso en la formación de planetas.
Los planetesimales pueden ser objetos pequeños que tienen unos pocos metros de diámetro o pueden ser tan grandes como varios kilómetros de diámetro. Se cree que el nacimiento de los planetas comienza con un disco protoplanetario, que es un disco que consiste en pequeñas partículas como polvo y escombros que giran alrededor de un protoestrella central.
La gravedad es la fuerza principal que impulsa la formación de planetas a partir de planetesimales. La gravedad está presente entre cualquiera de los dos objetos en el universo, y la fuerza de la gravedad depende de qué tan grandes son los objetos y qué tan lejos están unos de otros.
Con un disco protoplanetario, la gravedad actúa sobre las partículas que están muy cerca unas de otras y las une para chocar y formar pequeños objetos. Estos objetos crecen en tamaño debido a la continua adición de partículas a ellos por gravedad y se denominan planetesimales. A medida que más objetos chocan con los planetesimales, se rompen o crecen hasta que forman planetas o lunas, según Universe Today.