Las pautas federales y estatales ofrecen regulaciones relacionadas con el almacenamiento de los cilindros de oxígeno, que establecen que los cilindros deben colocarse en bastidores y mantenerse alejados de los agentes combustibles. Los cilindros de oxígeno se utilizan para fines industriales, educativos, médicos y áreas de consumo y siempre deben manejarse con cuidado.
Los cilindros de oxígeno son peligrosos debido a la presión dentro de ellos. Siempre deben almacenarse en posición vertical y segura, ya que una caída podría dañar el tanque, provocar una ruptura o provocar que el tanque se convierta en un peligro en el aire. El oxígeno dentro del cilindro puede estar muy frío, especialmente si el gas se va a usar con fines criogénicos o de congelación. Dichos gases hacen que la piel y otros materiales se vuelvan muy frágiles y pueden causar lesiones que son similares a las quemaduras térmicas.
Los cilindros de oxígeno deben almacenarse lejos de fuentes inflamables ya que su contenido podría inflamarse. El oxígeno tampoco debe almacenarse en el mismo espacio con otros tanques de gases o líquidos inflamables. Además, las regulaciones federales y estatales proporcionan pautas claras sobre cuántos tanques pueden almacenarse en una sola área. Los tanques individuales para fines medicinales presentan peligros similares y deben manejarse de acuerdo con las mismas precauciones.
Los tanques de oxígeno deben almacenarse en las salas designadas para tal fin. La habitación debe tener un área suficiente para mover los cilindros y se debe asegurar con puertas con cerradura. La sala debe cumplir con las calificaciones de incendio, los requisitos de ventilación y los códigos de construcción apropiados. Los racks utilizados para asegurar tanques llenos y vacíos deben cumplir con requisitos de código similares.
