Bram Stoker, autor de la novela "Drácula", nunca hace explícito el origen de Drácula. Van Helsing implica que hizo un trato con el diablo y utilizó la nigromancia para hacerse inmortal. En el libro, Drácula se presenta como un hombre mayor, pero se vuelve más joven a medida que consume sangre.
La inspiración de Stoker para el personaje de Drácula fue el gobernante medieval de Transilvania, Vlad Tepes, apodado Vlad Dracul, que significa "diablo" o "dragón". Tepes no era un vampiro en la leyenda de Transilvania, pero los vampiros eran una parte prominente de la tradición cultural. Es probable que Stoker quisiera yuxtaponer a Tepes con el mito del vampiro, pero no le gustaban los orígenes típicos de Transilvania: el pelo rojo, los gatos saltando sobre el cadáver, los suicidios y la brujería, por ejemplo. En cambio, su Drácula se hizo cargo de su eternidad y trabajó con fuerzas oscuras para alcanzar la inmortalidad.