Los diferentes tipos de reptiles requieren diferentes tipos de hábitats. Si bien una iguana o boa constrictor puede necesitar un recinto elaborado que es del tamaño de una habitación pequeña, un gecko o una serpiente pequeña necesita poco más que una caja de clima controlado para sentirse cómodo. La forma más fácil de hacer un recinto pequeño es modificar una caja de plástico, mientras que los hábitats más grandes requieren algún tipo de marco de apoyo y paredes impermeables.
Para convertir una caja de plástico en una jaula para un reptil pequeño, es necesario taladrar los orificios para ventilación, colocar una almohadilla térmica en una parte de la caja y crear una puerta. La puerta se construye construyendo un marco para encajar alrededor de la abertura de la caja y adjuntándole una lámina de acrílico. No debe haber espacios pequeños alrededor de la puerta que permitan que el ocupante se escape.
Las jaulas más grandes a menudo utilizan postes de madera o metal para los elementos del marco. La madera contrachapada, la melamina, el tablero de estanterías, el plástico de lámina gruesa y el alambre son todos materiales adecuados para las paredes de dichas jaulas. Se debe construir una puerta para que la jaula proporcione acceso al habitante.
Es necesario controlar la temperatura ambiente de todas las jaulas con un termómetro interior-exterior y monitorear las temperaturas de la superficie de todas las jaulas con un termómetro sin contacto.