Retire la silicona de las baldosas con un cuchillo o una cuchilla de afeitar para cortar la silicona deshilachada de los bordes de las baldosas. Salpique agua sobre la silicona para aflojarla y facilitar el corte. Cree una pasta espesa utilizando una taza de harina blanca y unas cucharadas de agua hasta obtener la consistencia adecuada.
Aplique la pasta y espere que la mezcla se seque y adhiera a la silicona restante, luego lave la pasta de las baldosas con agua. La pasta seca se adhiere a la silicona, quitándola de las baldosas.
La masilla de silicona es la mejor opción para superficies que están expuestas al agua; Es duradero, resistente al moho y hermético, y no se desvanece ni se pone amarillo durante largos períodos de tiempo. Debido a que la silicona es resistente al agua, se debe usar alcohol para limpiar derrames o goteos en los dedos o tubos durante la aplicación. La silicona libera amoníaco durante el curado, por lo que cualquier trabajo relacionado con la masilla de silicona debe realizarse en un área bien ventilada.
La silicona es un polímero químico que se crea mediante un proceso de calentamiento y refinación. Se produce en varias formas, incluidos líquidos, geles, elastómeros y formas sólidas que se parecen al plástico. Sus muchas formas se utilizan en una variedad de productos de consumo, como adhesivos, recubrimientos impermeables y lubricantes.