Se poda un naranjo quitando las ramas superpuestas, muertas o enfermas y cortando los brotes de agua, de acuerdo con los Guías de jardín. La poda es más importante cuando el árbol es joven; los árboles más viejos pueden ser podados cada dos años.
Recortar un árbol de naranjo mantiene el árbol saludable al garantizar la circulación de aire adecuada y limitar el riesgo de enfermedad. Los árboles con ramas extremadamente densas tienen un flujo de aire deficiente y las ramas superiores impiden que la luz solar llegue a las ramas más bajas. Estas condiciones conspiran para limitar el fruto que produce el árbol.
El mejor momento para podar un naranjo es antes de que florezca. Durante este período, las hojas son menos densas, lo que facilita la identificación de las ramas que necesitan poda. Además, la poda antes de que comience la floración asegura que el árbol reciba el máximo beneficio del mayor flujo de aire y el acceso a la luz solar.
Las ramas inferiores son más susceptibles a la poda pesada; estas ramas probablemente sean las más densas y tengan el menor acceso a la luz solar. Las ramas superiores deben podarse de forma muy selectiva; estas ramas tienen el mayor acceso a la luz solar, por lo que suelen ser muy saludables. Un procedimiento de poda efectivo se enfoca en las ramas inferiores para el flujo de aire y solo elimina las ramas rotas o enfermas en el dosel del árbol.