Las serpientes atrapan a sus presas utilizando sus sentidos bien desarrollados para detectar vibraciones, calor, señales químicas y movimiento. Las serpientes necesitan tragar su comida entera, ya que sus dientes no están hechos para masticar sino para capturar y agarrar presas.
Las serpientes tienen un oído interno y ningún externo, pero pueden identificar el movimiento a través de las vibraciones en el suelo que se transmiten a través de sus mandíbulas. Las vibraciones les permiten reconocer la ubicación de sus presas potenciales. Mientras que las serpientes normalmente no tienen una visión a distancia aguda, sus ojos son capaces de detectar rápidamente el movimiento.
Algunas serpientes, víboras de hoyo, también están equipadas con pozos de calor sensibles que les permiten detectar presas mediante cambios térmicos. Los hoyos pueden distinguir rápidamente la presencia de calor en los alrededores, incluso cuando está completamente oscuro. Otras serpientes tienen varios hoyos pequeños debajo de las escamas de sus labios que detectan los cambios de temperatura. También pueden localizar a sus presas interpretando las señales químicas producidas por los animales. Pueden obtener la información química o el olor de su presa moviendo sus lenguas dentro y fuera.
Los reptiles carnívoros generalmente se alimentan de insectos, aves, huevos, ranas y pequeños mamíferos. Algunas especies consumen venados, cerdos e incluso otras serpientes. Algunos cazan comida, mientras otros emboscan a sus presas. Las serpientes pueden tragar su comida entera porque pueden desarticular sus mandíbulas, y la mitad frontal de sus cuerpos está cubierta de músculos fuertes.