El amoníaco es un compuesto muy fuerte que actúa sobre la grasa, el aceite y la suciedad acumulados. Colocar el quemador dentro de un recipiente con amoníaco ayuda a aflojar las impurezas del hierro fundido, lo que facilita mucho la limpieza con una esponja.
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Reúna sus materiales
El amoníaco se ha utilizado durante décadas en los hogares para eliminar la grasa y el aceite de los quemadores de gas de hierro fundido. Para someter el quemador a un amoníaco adecuado, obtenga un recipiente de plástico suficientemente grande y hermético o una bolsa de plástico con cierre hermético. El tamaño del recipiente debe ser al menos el doble del tamaño del quemador para que el amoníaco pueda actuar fácilmente. Al lado, toma media taza de amoníaco.
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Coloque el quemador dentro del recipiente y vierta amoníaco
Una vez que el quemador se coloca dentro del recipiente o bolsa de plástico, vierta el amoniaco medido en el interior y selle el aparato. No es necesario que el amoníaco líquido permanezca en contacto con todo el quemador, los humos dentro del recipiente deberían funcionar bien.
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Váyase de un día para otro y frótese el día siguiente
Una vez que el contenedor esté correctamente sellado, déjelo durante la noche. Al día siguiente, use un líquido de lavado regular junto con una esponja para limpiar toda la grasa y el aceite con facilidad.