Las puertas automáticas pueden detectar personas y se abren en el momento adecuado mediante el uso de sensores automáticos. Hay muchos tipos de sensores que se usan en las puertas automáticas.
Los detectores de movimiento, o sensores ópticos, son los tipos más comunes de sensores utilizados en puertas automáticas. Estos sensores detectan movimiento y están instalados en los lados de las puertas. Una vez detectado el movimiento, las puertas se abren. Otro tipo común de sensores utilizados para puertas automáticas son los sensores de presión. Estos sensores se colocan en un área grande frente a la puerta y detectan la presión, lo que hace que las puertas se abran. Los sensores de presión también pueden usarse como sensores secundarios o de respaldo para detectores de movimiento. Cuando se usa de esta manera, la puerta permanece abierta cuando se detecta presión, incluso si no se detecta movimiento. Esto evita que las puertas controladas por sensores de movimiento se cierren sobre alguien. Los sensores infrarrojos también se utilizan para puertas automáticas. Cuando se detecta una temperatura más cálida, como la de un humano, estos sensores activan la apertura de las puertas automáticas. Las puertas automáticas se han convertido en una característica popular en lugares como aeropuertos y centros de detención. Junto con las capacidades de apertura, viene automáticamente la capacidad de cerrar las puertas, evitando que se abran cuando surja la necesidad.