¿Cómo funcionan las cámaras WiFi?

Las cámaras Wi-Fi funcionan al conectarse a Internet para cargar imágenes a una ubicación remota, ahorrando así espacio de almacenamiento digital en la propia cámara. Estas cámaras tienen un interruptor que conecta el equipo a un Wi-Fi Fi hotspot, y luego envía las fotografías a otra pieza de hardware a través de la conexión a Internet. Algunos puntos de conexión Wi-Fi requieren información de inicio de sesión, mientras que otros se conectan a la cámara automáticamente.

Las cámaras Wi-Fi buscan redes inalámbricas de área local, y los usuarios seleccionan una para establecer una conexión. Después de que la cámara tome fotografías, las fotografías se envían a otro dispositivo habilitado para Internet, como una PC o computadora portátil, con una mayor capacidad de almacenamiento que la cámara. La mayoría de estas cámaras vienen con un CD con programación para descargar en una computadora. Esta programación reconoce la conexión Wi-Fi de la cámara cuando envía información a través de Internet. Por lo general, la cámara tiene que interactuar con la computadora antes de tomar fotografías para garantizar que la conexión funcione correctamente.

Las ventajas de las cámaras Wi-Fi incluyen una mayor capacidad de almacenamiento, un acceso rápido a las imágenes almacenadas y el intercambio instantáneo de fotografías cargadas. La principal desventaja es que los puntos de conexión Wi-Fi pueden no estar disponibles donde se toman las imágenes. Es posible que algunos puntos de conexión Wi-Fi no funcionen todo el tiempo, por lo que puede haber ocasiones en que la cámara no pueda cargar una imagen. La privacidad no está garantizada en las redes públicas, por lo que las imágenes privadas deben cifrarse en caso de que los datos sean interceptados.