Dirty Way en Argentina comenzó después de que una junta militar derrocara a la presidenta Isabel Martínez de Perón y estableciera una dictadura militar. La junta instigó un régimen que ejercía el poder a través de la represión extrema, las detenciones ilegales y las ejecuciones sumarias de Disidentes políticos, la mayoría de los cuales habían sido partidarios de la izquierda del ex presidente Juan Perón.
La junta, dirigida por Jorge Rafael Videla hasta 1981 y codirigida por Roberto Viola y Leopoldo Galtieri hasta 1983, utilizó a las fuerzas de seguridad del gobierno para arrestar a sus rivales y mantenerlos encarcelados sin el debido proceso, y finalmente torturó y mató 30,000 personas. Muchas de estas personas fueron conocidas como "los desaparecidos" (en español por "los desaparecidos") porque serían sacados de sus familias y hogares, para que nunca se los volviera a ver. Las revelaciones después de la caída de la junta dejaron en claro que algunas de estas víctimas simplemente fueron torturadas y ejecutadas, mientras que otras fueron tomadas en aviones sobre el mar y arrojadas mientras aún estaban vivas, por lo que sus cuerpos nunca podrían ser reclamados.
Las protestas civiles contra las acciones políticas de la junta crecieron a principios de los años 80, lideradas por grupos como las Madres de la Plaza de Mayo. A su vez, estas protestas llevaron a la invasión argentina de las Islas Falkland, que fue el intento de la junta por restablecer su autoridad. La junta, sin embargo, malinterpretó fatalmente la respuesta del Reino Unido a tales acciones. La sólida derrota de las fuerzas argentinas en la guerra de las Malvinas llevó a la caída de la dictadura de la junta en 1983.