El moho tiene un olor a humedad que es indistinguible de cualquier otro olor. Algunos tipos de moho, como los de los alimentos podridos, tienen el típico mal olor de los huevos podridos. Otro moho, como el moho negro, huele a humedad, similar a un sótano que no se ventila correctamente.
El olor a humedad del moho proviene de los compuestos orgánicos volátiles microbianos (MVOC) que produce. Algunos de estos gases tienen un fuerte olor a humedad, que se libera en el hogar cuando el moho crece. El moho puede estar en los pisos, paredes, techos y en sistemas de calefacción o ventilación. El moho que no se limpia adecuadamente puede provocar una variedad de efectos negativos para la salud, como dolor e inflamación de las articulaciones, depresión, migrañas, infecciones de sinusitis, problemas para respirar y problemas digestivos.