La respuesta a este enigma popular es una aguja de coser. Las agujas de coser tienen pequeñas aberturas ovaladas para pasar el hilo; estos se llaman ojos. Enhebrar una aguja es el acto de poner un hilo a través del ojo de la aguja.
En el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, un versículo dice: "Es más fácil para un camello atravesar el ojo de una aguja, que para un hombre rico entrar en el reino de Dios". Esta escritura se ha convertido en expresiones idiomáticas comunes que comparan la dificultad de varias tareas con la imposibilidad de poner un animal grande a través del ojo de una aguja.