Una intensidad de sonido de 55 decibelios no es muy buena; una conversación tranquila en un hogar es de aproximadamente 50 decibeles. Una intensidad de sonido de 60 decibelios es comparable a una conversación que se realiza en un lugar público, como un restaurante.
En física, el decibel es la unidad estándar utilizada para medir la intensidad del sonido. La abreviatura para decibelios es dB. La escala de decibeles comienza en 0 dB, lo cual es muy débil. En esta escala, la intensidad del sonido aumenta 10 veces por cada 10 decibelios. Por ejemplo, la intensidad del sonido a 10 dB es 10 veces mayor que a 0 dB. Sin embargo, a 30 dB, la intensidad es 1000 veces mayor que a 0 dB.
Un avión que despega, que es de unos 150 dB, es un ejemplo de un ruido muy fuerte que puede afectar la audición de una persona.