Los textiles inteligentes son telas que se han diseñado y fabricado para incluir tecnologías que brindan al usuario una mayor funcionalidad. Estos textiles tienen numerosas aplicaciones potenciales, como la capacidad de comunicarse con otros dispositivos, conducir energía, transformarse en otros materiales y proteger al usuario de los peligros ambientales.
Otros ejemplos de textiles inteligentes incluyen telas capaces de liberar medicamentos o humectantes en la piel, telas que ayudan a controlar la vibración de los músculos durante las actividades deportivas y materiales que regulan la temperatura corporal. También hay aplicaciones estéticas más simples para los textiles inteligentes, incluidos aquellos que pueden cambiar de color, iluminarse en patrones o mostrar imágenes y videos, potencialmente.