Ya sea en trabajos de servicios públicos, construcción de caminos o en la agricultura, las represas de erosión del césped son tubos netos que se usan para reducir el flujo de escorrentía o tiras de tierra sin desagüe utilizadas para evitar que el suelo sea arrastrado debido a la erosión. En ambas aplicaciones, el objetivo es el mismo: reducir el riesgo de que el agua erosione el área circundante.
Aunque la aplicación y las formas pueden variar, las represas de erosión son una parte esencial de cualquier proyecto de construcción. Esto es especialmente cierto con áreas muy húmedas o construcciones que tienen lugar en una pendiente. Con la construcción de carreteras, el riesgo de que la carretera sea socavada por el escurrimiento del agua es muy real. El peligro se debe a una pérdida de estabilidad estructural que se produce cuando una gran parte del suelo de apoyo se despoja de debajo del asfalto, lo que eventualmente hace que la parte lateral de la carretera falle y se colapse. Cualquier tierra perturbada presenta un problema similar, ya sea por un trabajo reciente de servicios públicos u otro trabajo de construcción. Para evitar esto, las esteras o tubos de arcilla y los tallos de hierba se fijan al suelo en áreas de alto riesgo. Estos productos bloquean un área de drenaje o crean un punto de captura para escurrir, lo que le da la oportunidad de empaparse en el suelo al tiempo que impide su impulso a medida que se desplaza cuesta abajo.