El mensaje principal del poema "De madre a hijo" de Langston Hughes es de madre a hijo, y le dice que continúe sin importar cuán difícil sea la vida. Ella dice que ha pasado por muchas dificultades, pero continúa perseverando.
El orador en este poema no es el poeta mismo, quien escribió el poema cuando tenía solo 21 años, sino una madre que hablaba con su hijo. Hughes, un afroamericano, usa un dialecto que se espera escuchar de una anciana afroamericana para quien la vida ha sido una lucha. En su discurso, compara su vida con una escalera y dice dos veces en el poema que su vida "no ha sido una escalera de cristal". Quiere que su hijo sepa que comprende la dificultad de la vida porque la ha vivido y, por lo tanto, tiene el derecho de alentarlo a que no "se vuelva atrás", "deje caer" o "caiga". Ella quiere que él siga su ejemplo y encuentre estímulo en su progreso. Ella le dice que se ha subido por tachuelas y astillas y tablas rotas. Ella ha caminado en lugares desnudos y en la oscuridad. Ella, sin embargo, ha hecho su camino. Ella ha llegado a los aterrizajes donde puede recuperar el aliento, y en ocasiones ha dado vuelta para ir en otra dirección. Ella le habla con amor al final, refiriéndose a él como "cariño" y asegurándole que aún está avanzando en la vida.