La causa más probable es una conexión de alimentación dañada. Una conexión incorrecta entre la tarjeta gráfica y la pantalla también puede causar síntomas. Un problema con el controlador de la tarjeta es una causa posible, pero poco probable, del problema.
Las pantallas de computadoras portátiles requieren una fuente de energía constante, y cualquier interrupción hará que la pantalla se vuelva negra. Si bien el problema podría residir en la fuente de alimentación, el culpable es el cable que conecta la fuente de alimentación a la pantalla. Reemplazar el cable puede solucionar el problema.
En la mayoría de las computadoras portátiles, la pantalla está conectada a la tarjeta gráfica mediante un cable robusto que probablemente no se desgastará con el tiempo. Sin embargo, la conexión todavía puede dañarse. Si esta es la razón por la que la pantalla se queda en negro, corregirla puede requerir comprar una nueva pantalla. Las pantallas de los equipos portátiles contienen un cableado complejo para garantizar que todas las piezas funcionen correctamente y cualquier falla en este cableado puede hacer que la pantalla se apague. Resolver este problema no es práctico y puede requerir comprar una nueva pantalla e instalarla.
Es posible que el controlador de gráficos se haya dañado, pero estos problemas no suelen provocar que la pantalla se apague por completo. Reinstalar el controlador es fácil, por lo que vale la pena intentarlo antes de abrir la computadora portátil.
