En el acto 3, escena 2 de "El crisol", Mary Warren le dice a Danforth que ella y sus amigos no vieron realmente espíritus y que mentían cuando dijeron que sí. Ella le dice esto en persona después de que él rechace su deposición firmada indicando lo mismo.
La confesión de Mary amenaza con socavar toda la caza de brujas, en la cual Danforth, como juez, ha jugado un papel clave.
Sospecha que John Proctor está intentando interferir con los procedimientos judiciales diciéndole a Mary que se retracte de su testimonio anterior. Como tal, Danforth advierte a la niña que será encarcelada por hacerlo, independientemente de si ahora está diciendo la verdad, ya que los testimonios contradictorios indican perjurio.