El autoconcepto se basa principalmente en las interacciones que las personas tienen con personas importantes en sus vidas. Según los Diccionarios de Oxford, el autoconcepto se construye a partir de las creencias que uno tiene sobre uno mismo y las respuestas de los demás .
De acuerdo con la teoría de la identidad social, el autoconcepto se compone de dos partes clave: la identidad personal y la identidad social. La identidad personal se refiere a la personalidad y los rasgos únicos de un individuo, mientras que la identidad social se refiere a la identidad de una persona basada en su pertenencia a grupos, tales como grupos religiosos, universidades y grupos de trabajo. Ambas partes del autoconcepto influyen en las formas en que un individuo se percibe a sí mismo en relación con los demás en su grupo de pares.
Identificar el yo puede ser un desafío, ya que es probable que se defina subjetivamente. Dependiendo de la persona a la que se le pregunte, el "yo" puede describirse como una descripción física, un rol social, un rasgo personal o una declaración existencial. Las descripciones físicas se centran alrededor de la apariencia física de una persona. Las definiciones de roles sociales se centran en la afiliación de una persona con un grupo social en particular. Las definiciones de rasgos personales se basan en las características únicas del individuo, mientras que las definiciones existenciales del yo giran en torno a conceptos abstractos como "Soy un hijo del universo" o "Soy un ser espiritual".
