La reparación de una tubería de agua primero requiere su localización; estas tuberías casi siempre están enterradas, lo que puede hacer que sean difíciles de encontrar. A continuación, es importante determinar si la reparación de la tubería es segura y vale la pena el riesgo de tener que reparar problemas en el futuro.
Las tuberías principales conectan los hogares con un suministro de agua municipal, por lo que son más grandes que la mayoría de las tuberías de la casa. Además, tienen que lidiar con el agua que está bajo una fuerte presión, que puede agotarlos con el tiempo. Las tuberías de agua están diseñadas para ser duraderas, pero la corrosión y la presión constante pueden hacer que se rompan.
Después de ubicar la tubería de agua, se debe inspeccionar completamente toda la tubería. Las tuberías de agua están diseñadas para durar por largos períodos de tiempo, por lo que los problemas con una parte de la tubería pueden indicar problemas más generalizados. A veces es posible reparar una pequeña grieta u otro daño menor colocando un calambre alrededor, y los expertos a veces pueden extraer una pequeña porción del tubo y reemplazarlo. Sin embargo, hacerlo amenaza la integridad de la tubería y podría dejarla vulnerable a futuros problemas, especialmente si se trata de una tubería antigua que muestra signos de desgaste. Debido a esto, podría valer la pena gastar un poco más para reemplazar la cañería de agua en lugar de intentar repararla.