La Madre Teresa sacrificó su vida para ayudar a los necesitados en la India. Dejó su trabajo docente y se formó como enfermera después de recibir un llamado de Cristo.
Nació en una iglesia católica romana y dedicó su vida a Dios cuando aún era muy joven. Después de la llamada, recibió entrenamiento médico y viajó a Calcuta para ayudar a los necesitados, los enfermos, los pobres y los desesperados. Ella transformó el llamado en una acción concreta para ayudar a la gente. Esto la hizo popular en todo el mundo y recibió varios reconocimientos formales por su trabajo con fines benéficos. La Madre Teresa ayudó tanto a los cristianos como a los musulmanes sin mirar la fe de una persona.