Los tomates se pudren en la vid por varias razones, entre ellas, humedad inconsistente, demasiado sol, infestación de plagas y exposición a enfermedades. Los primeros tres problemas pueden solucionarse a medida que la planta crece para reducir la pudrición en el futuro Fruto, pero los cultivos que están expuestos a enfermedades deben ser destruidos.
La infestación de plagas es uno de los problemas más fáciles de diagnosticar porque los errores suelen estar presentes y sus efectos son distintos. Los insectos malolientes crean manchas oscuras en los tomates cuando se alimentan, dejando un área que se vuelve amarilla o se mantiene verde cuando la fruta madura. Las astas del cuerno se encuentran a menudo debajo de las hojas, y sus marcas de alimentación son evidentes en las hojas y los frutos.
Cuando los tomates reciben demasiado sol, ocurre una condición llamada quemadura solar y los frutos desarrollan manchas blancas con una textura coriácea. La pudrición de la floración se produce cuando los tomates reciben una humedad inconsistente, lo que inhibe la capacidad de la planta para recibir calcio. La podredumbre causa manchas de color marrón claro en el extremo del tomate, y estas manchas eventualmente se vuelven negras.
Los tomates son susceptibles a la plaga, al virus del mosaico del tabaco y al marchitamiento. Los signos de estas enfermedades incluyen áreas grises y mohosas en la fruta, así como hojas distorsionadas y cancros en la fruta o el tallo. Las enfermedades que afectan a los tomates pueden permanecer en el suelo, y el servicio de extensión de la Universidad del Estado de Colorado recomienda plantar otros cultivos en las áreas afectadas durante al menos dos años después de que se descubra la enfermedad.