Charles Darwin fue famoso por su teoría de la evolución, que desafió la teoría prevaleciente de la creación de la tierra y cambió el pensamiento de la gente con respecto al mundo natural. Junto con el naturalista Alfred Russel Wallace, Darwin sentó las bases del pensamiento que proporcionó evidencia científica que muestra la posibilidad de que todas las especies de vida descendieran de ancestros comunes mediante un proceso de selección natural.
Otros logros de Darwin incluyen su libro de 1859, "Sobre el origen de las especies". El controvertido libro presentó la premisa de la selección natural, una teoría que Darwin comenzó a desarrollar mientras estaba en las Islas Galápagos observando y haciendo un estudio de varias formas de vida, incluyendo variaciones en los pinzones que habitaron las diferentes islas. Su teoría proponía que las especies cambian con el tiempo y se adaptan a su entorno al transmitir las características heredadas a sus descendientes basándose en el éxito de esos rasgos biológicos.
La teoría de Darwin propuso que los seres humanos también evolucionaron basándose en la selección natural en lugar de ser creados por Dios, como se entiende en las enseñanzas bíblicas. La posibilidad de que los humanos hayan descendido de los simios era contraria a las enseñanzas del cristianismo. Fue criticado duramente por la Iglesia, pero su teoría fue pronto aceptada por la comunidad científica y se ha convertido en parte de la teoría científica general. Darwin fue enterrado en la Abadía de Westminster.