Una institución compleja es cualquier tipo de estructura de gobierno que controla el comportamiento de las personas que la rodean. La institución funciona por medio de ciertas reglas de comportamiento que se aplican por una persona o grupo de personas responsables Castigar a las personas que no los siguen. Uno de los ejemplos más comunes de instituciones complejas es un gobierno.
Las instituciones complejas se encuentran más comúnmente entre grupos de personas desarrolladas. Para ser considerada una institución compleja, una sociedad debe tener una especialización laboral y una jerarquía gobernante en la que los líderes sean tratados y considerados de manera diferente a la gente común.
Por ejemplo, los Estados Unidos tienen un órgano de gobierno que incluye al Presidente y otros miembros del poder ejecutivo, además de los poderes legislativo y judicial. La rama legislativa del gobierno crea leyes que luego son seguidas por el pueblo. Dentro de la rama judicial, los jueces y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley se aseguran de que las leyes se cumplan correctamente y emiten castigos cuando se rompen, trabajos que ninguna otra rama está autorizada a hacer.
Las discusiones sobre instituciones complejas se refieren invariablemente a los órganos de gobierno de algún tipo. En algunas civilizaciones antiguas, las normas culturales dictaban el comportamiento sin ser impuestas por un gobernante o un órgano rector. Las instituciones complejas surgieron como un medio para controlar y regular estos comportamientos culturales de una manera que se considera apropiada para la civilización individual.