El poema "Ulysses" de Alfred Lord Tennyson encuentra a Ulysses en su vejez, aburrido de su rutina actual, sabiendo que su hijo pronto asumirá el control de su reinado, pero no está dispuesto a quedarse quieto y vivir sus días. Acepta que sus días de gloria han quedado atrás, pero sigue siendo "fuerte en su voluntad" para seguir adelante.
Ulysses comienza su monólogo reconociendo que no está logrando nada al sentarse en casa con su anciana esposa y realizar las tareas mundanas de dirigir su reino. No quiere descansar de sus viajes porque fueron emocionantes y satisfactorios. Habla de sus batallas y de su "deleite". Él era parte de estos eventos, y ahora son parte de él. Él no quiere pensar en nunca hacer nada emocionante otra vez. Luego habla de su hijo, Telémaco, por quien tiene una gran confianza y afecto. Él sabe que Telémaco es diferente a él de muchas maneras, pero eso está bien. Él dice: "Él hace su trabajo, yo mío". Ulises continúa hablando de sus compañeros navegantes y de cómo él no quiere verlos detenerse solo porque también son viejos. Les insta a "Vengan, amigos míos '. No es demasiado tarde para buscar un mundo más nuevo". Él reconoce que son más viejos y más débiles que en el pasado, pero todavía hay lugares para ver y lugares para ir. Él no quiere que ellos mismos "se rindan" a los años cada vez más invasivos.