Según lo define el místico ruso George Gurdjieff, el arte objetivo es cualquier pintura, poema, pieza musical u otro trabajo artístico creado con un esfuerzo consciente deliberado, sin influencia subjetiva. Gurdjieff cita las pinturas de Leonardo Da Vinci y el Taj Mahal como dos grandes ejemplos de arte objetivo.
La filosofía de George Gurdjieff divide el arte en dos categorías: arte subjetivo y objetivo. El arte subjetivo es más común porque es el resultado de los sentimientos y experiencias individuales del artista. Afirma que el arte objetivo es cada vez más raro porque implica la eliminación del ego del artista para que pueda servir como un recipiente para crear obras que sirvan a la humanidad en su conjunto. El trabajo de Leonardo da Vinci fue diseñado para iluminar al observador. El diseño del Taj Mahal de Sah Jahan proporcionó un beneficio espiritual para la gente.
El místico indio Osho ha descrito el arte subjetivo como una forma de expresión privada donde el público nunca es considerado, como las pinturas de Picasso. El arte objetivo tiene como objetivo llevar al observador a una experiencia trascendente. Al igual que Gurdjieff, Osho dice que el arte oriental es más probable que sea objetivo que el arte occidental. Los templos de la India y otras obras de arte asociadas con el budismo y la meditación pueden considerarse objetivos.
Gurdjieff creía que el arte moderno es incapaz de satisfacer las necesidades espirituales de la humanidad porque es principalmente subjetivo. Creía que el arte objetivo estaba estrechamente relacionado con el misticismo, y que ambos pueden estar obsoletos.