Un anillo de bodas va en el dedo más cercano al meñique de la mano izquierda. Una leyenda dice que los romanos originaron esta tradición, ya que creían que una vena iba del dedo anular al corazón.
Otra leyenda dice que es una tradición cristiana, ya que el sacerdote tocaría un dedo cada uno por el "Padre, Hijo y Espíritu Santo", que termina en el dedo anular. Otras explicaciones más pragmáticas dicen que el anillo se usa en ese dedo porque el dedo anular proporciona más área para que se muestre un anillo, pero es menos usado que otros dedos; por lo tanto, el anillo no se vuelve tan desgastado.