Los conejos y conejos silvestres son herbívoros, se alimentan de vegetación, flores, tréboles, frutas y verduras y agua potable. Durante los meses más fríos, buscan forrajeras, corteza de árbol y agujas de pino. Los kits, o conejos bebés, amamantan a sus madres dos veces al día durante solo unos minutos.
Los conejos silvestres prefieren las plantas jóvenes y tiernas y la vegetación rica en proteínas en vez del crecimiento seco fibroso. Suelen comer dos veces al día: mañana y noche. Los conejos silvestres en cautiverio necesitan heno de pasto, pellets y verduras de hoja verde, como berza, berro, acelga, brócoli y col rizada.
Los conejitos salvajes, particularmente los muy jóvenes, nunca deben ser removidos de sus nidos, ya que esto acorta drásticamente sus posibilidades de supervivencia. Las madres generalmente solo regresan por la noche, por lo que un nido que contiene solo bebés durante el día es completamente normal. Si una persona encuentra un conejito realmente huérfano, debe comunicarse con un profesional para ayudarlo a rehabilitar al animal para darle la mejor oportunidad de supervivencia.
Los conejos silvestres viven en todo tipo de entornos, desde bosques y praderas hasta lugares urbanos y suburbanos. Aquellos que viven cerca de la gente pueden hacerse plagas al comer flores y vegetales en los jardines. El mejor curso de acción es esperar, ya que las poblaciones de conejos cambian rápidamente, y construir barreras para proteger las plantas.