El musgo de turba, cuando constituye entre un tercio y dos tercios del suelo, es una buena opción para las plantas en macetas. El musgo de turba tiene varias veces su peso en agua y suministra agua a la planta según sea necesario. Ayuda a que el suelo retenga nutrientes que a menudo se pierden durante el riego.
El musgo de turba también está libre de semillas de malezas, insectos y parásitos que a menudo están presentes en los suelos compostados. Las plantas que aman el ácido, como los rábanos, las batatas, los arándanos y el cornejo de floración, prosperan en el ligero equilibrio de pH ácido que proporciona el suelo mezclado con turba. El musgo no se rompe ni se presiona y se solidifica fácilmente, por lo que dura años.