Nelson Mandela fue encarcelado durante 27 años porque fue declarado culpable de conspiración y sabotaje para derrocar al gobierno de Sudáfrica, junto con otros ocho líderes del Congreso Nacional Africano. Fue condenado a cadena perpetua en 1964 y fue liberado en 1990 después de cumplir 27 años en la cárcel.
Nelson Mandela y los otros ocho prisioneros pasaron por una dura vida en la cárcel en la que se les daba poca comida y estaban completamente aislados. También se les asignó un trabajo extenuante de golpear rocas en grava. Sin embargo, mientras estaban en prisión, Nelson Mandela y sus colegas formaron un grupo que les ayudó a mantenerse concentrados y sobrevivir en circunstancias tan duras y opresivas.
En 1982, Nelson Mandela fue trasladado a la prisión de máxima seguridad de Pollsmoor, que es donde se cree que contrajo tuberculosis. Tras ser diagnosticado con tuberculosis, Mandela sufrió dolencias respiratorias hasta su muerte. A la edad de 71 años, y después de cumplir una pena de prisión de 27 años, fue liberado en 1990 con la ayuda de un movimiento internacional.
Durante el reinado del presidente de Sudáfrica, F.W. de Klerk, Mandela ayudó a negociar el fin del apartheid. En 1993, ganó el Premio Nobel de la Paz, y en 1994, su partido ganó las elecciones democráticas multirraciales. Mandela se convirtió en el presidente de Sudáfrica, pero solo ocupó un cargo entre 1994 y 1999.