La calabaza puede pudrirse en la vid si la flor de la calabaza no está polinizada o como resultado de la pudrición extrema de la flor. Algunas calabazas pueden pudrirse como resultado de una infección bacteriana o por hongos.
El riego y la fertilización adecuados de las plantas de calabaza pueden reducir algunos tipos de podredumbre. Por ejemplo, el riego excesivo puede dejar a las plantas de calabaza susceptibles a las infecciones por hongos. La antracnosis, un hongo, se identifica con manchas marrones en la fruta antes de que la fruta se caiga de la vid.
La National Gardening Association recomienda cultivar calabazas en un enrejado, usar riego por goteo y usar mantillo para prevenir las infecciones por hongos y bacterias causadas por el riego excesivo. North Dakota State University recomienda utilizar un mantillo natural, como virutas de madera o paja, para mantener la humedad del suelo y evitar el riego excesivo.
La falta de fertilización es un problema que generalmente ocurre al principio de la temporada, antes de que las flores masculinas estén presentes en la vid. Las calabazas no fertilizadas se identifican por calabazas pequeñas y verdes que tienen una apariencia marchita antes de caerse de la enredadera. La fertilización manual de las plantas de calabaza puede resolver este problema. Además, las plantas de calabaza pueden producir frutos más adelante en la temporada después de que las flores masculinas se hayan desarrollado.
La podredumbre del final de la flor se caracteriza por una pequeña calabaza que se pudre cerca de la floración. La podredumbre del final de la flor generalmente se resuelve con los métodos adecuados de riego y cultivo. Cultivar las plantas sólo después de que el sistema de raíces está bien establecido. Evite cultivar en exceso las plantas para estimular el crecimiento y prevenir la pudrición de la flor.