La idea de que los esquimales se frotan la nariz para besarse es un mito. En realidad, los esquimales se besan con los labios como otras personas de todo el mundo.
El término "beso esquimal" se originó con el cineasta Robert J. Flaherty. Dirigió el documental de 1922 "Nanook of the North", en el que filmó verdaderos inuits. Durante la película, captó en la cámara la acción de una madre inuit colocando su nariz en la mejilla de su recién nacido. La madre estaba realizando una costumbre inuit en la que respira el aroma del bebé. Flaherty llamó a este acto un "beso esquimal". Pronto, el mito se apoderó de que si los esquimales se besaban, sus labios se congelarían y por eso se frotaban la nariz.