La igualdad es importante porque es la base de cualquier sociedad justa donde cada miembro tiene la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. La igualdad impide que cualquier sección de una sociedad domine a otras secciones en procesos tales como el desarrollo de capacidades de la comunidad. También reconoce que algunas personas pueden necesitar más apoyo que otras para alcanzar su máximo potencial. La igualdad no permite generalizaciones sobre grupos particulares.
La igualdad dentro del sector educativo proporciona a cada niño el mismo acceso a instalaciones educativas de calidad. La igualdad se debe enseñar a los estudiantes como parte de su currículo educativo para que puedan entender sus derechos humanos y cómo tratar a otras personas. Esto ayuda a los jóvenes a convertirse en ciudadanos mejores y más involucrados al aprender a tolerar las diferencias dentro de la comunidad. Estas lecciones contribuyen a un currículo equilibrado y pueden llevar a una disminución del acoso escolar entre los niños. Cada escuela debe adoptar un programa de igualdad en toda la escuela en el que tanto los maestros como los estudiantes sean participantes activos. Esto da credibilidad a las lecciones y mejora el ambiente de aprendizaje. Un individuo debe abstenerse de adoptar una perspectiva esencialista en temas relacionados con la igualdad, ya que tiene numerosas consecuencias negativas. En su lugar, debería abrazar la individualidad de cada persona.